What though the radiance which was once so bright
Be now for ever taken from my sight,
Though nothing can bring back the hour
Of splendour in the grass, of glory in the flower;
We will grieve not, rather find
Strength in what remains behind...
Of splendour in the grass, of glory in the flower;
We will grieve not, rather find
Strength in what remains behind...
- William Wordsworth
- "Aunque mis ojos ya no puedan ver
- ese puro destello que en mi juventud me deslumbraba,
- aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba,
- de la gloria en las flores, no hay que afligirse,
- porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo."
No recuerdo claramente cuando vi por primera vez Esplendor en la Hierba (Splendor in the Grass, Elia Kazan, 1961), lo que sí recuerdo nítidamente es que me dejó grabado a hierro y fuego lo que yo podría llegar a considerar como el concepto de belleza: ver a Natalie Wood declamar a William Wordsworth. La RAE en un intento loable prueba con un par de definiciones de Belleza:
Me parece bastante estúpido intentar definir el concepto de Belleza ya que es algo bastante subjetivo, de su padre y de su madre, imposible ponernos de acuerdo desde la Antigüedad Clásica al respecto.Vemos a personas con parejas más feas que la muerte, y a sus ojos son guapos (o están ciegos o mienten como bellacos porque no les queda más remedio), madres que admiran la belleza de hijos realmente horrorosos, en fin.
Si cogemos con pinzas las dos definiciones de la RAE y nos las pasamos por la entrepierna obtendremos una síntesis perfecta: Natalie Wood declamando el poema de William Wordsworth. Esta entrada no es para hablar de la bella actriz ni del poeta romántico, sino para intentar dilucidar el contenido del presente blog: la Belleza que se me/nos aparece en el rostro de la actriz, en un poema de Keats, Wordsworth o Lorca, en una película de Ingmar Bergman, Chris Marker o Tran Anh Hung, un disco de Neil Young, John Coltrane o una sinfonía de Berlioz pasando por Oneothrix Point Never o Animal Collective, una pintura de John Singer Sargent o un graffiti de Jean-Michel Basquiat.
Natalie para mí, que soy un tío, para las féminas, cojan la imagen mental de Paul Newman comiendo "huevos duros" en la Leyenda del Indomable (Cool Hand Luke, Stuart Rosenberg, 1967), que para el caso, poemas o huevos, vienen a ser lo mismo (Warren Beaty es guapo pero empalaga), lo de Newman no es de este mundo.
Venga, os la pongo...
Si cogemos con pinzas las dos definiciones de la RAE y nos las pasamos por la entrepierna obtendremos una síntesis perfecta: Natalie Wood declamando el poema de William Wordsworth. Esta entrada no es para hablar de la bella actriz ni del poeta romántico, sino para intentar dilucidar el contenido del presente blog: la Belleza que se me/nos aparece en el rostro de la actriz, en un poema de Keats, Wordsworth o Lorca, en una película de Ingmar Bergman, Chris Marker o Tran Anh Hung, un disco de Neil Young, John Coltrane o una sinfonía de Berlioz pasando por Oneothrix Point Never o Animal Collective, una pintura de John Singer Sargent o un graffiti de Jean-Michel Basquiat.
Alumnos de la EZO recitando poesía.
Natalie para mí, que soy un tío, para las féminas, cojan la imagen mental de Paul Newman comiendo "huevos duros" en la Leyenda del Indomable (Cool Hand Luke, Stuart Rosenberg, 1967), que para el caso, poemas o huevos, vienen a ser lo mismo (Warren Beaty es guapo pero empalaga), lo de Newman no es de este mundo.
Venga, os la pongo...
